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Alexandre Deulofeu y «La Matemática de la Historia».

Alexandre Deulofeu y «La Matemática de la Historia».

Diari d'Andorra. Logotipo.Diari d’Andorra. Jueves, 7 de Julio de 2022.

Opinión.

La tribuna.

Alexandre Deulofeu y «La Matemática de la Historia».

Las predicciones políticas del farmacéutico se han ido cumpliendo inexorablemente.

Actualizada 07/07/2022 a las 08h18’.

Pere Campistol.

Alexandre Deulofeu nace en 1903 en l’Armentera, un pequeño pueblo del Alt Empordà, y muere a Figueres en 1978. Sigue estudios universitarios en Barcelona y Madrid y vuelve a Figueres en 1926 con las carreras de Farmacia y Ciencias Químicas. Responsable de la cátedra de Química en el Instituto de Figueres, da también clases en la Universitat de Barcelona y ejerce una gran actividad política en los movimientos republicanos del Ampurdán. Cuando estalla la Guerra Civil, se ve perseguido primero por los anarquistas y después por los franquistas, hasta el punto que en Febrero de 1939 coge el camino del exilio hacia Francia y no volverá a Figueres hasta el 1947.

Pero el trabajo de farmacéutico no puede esconder su verdadera pasión: la historia o, más bien, la filosofía de la historia. Ya el 1934 cuando publica su primer libro, Cataluña y la Europa futura, Deulofeu pone sobre la mesa lo que sería el eje de todo su pensamiento: que las sociedades humanas evolucionan siguiendo unos procesos biológicos perfectos y que las civilizaciones y los imperios se comportan como organismos vivos. Sobre esta teoría trabajará en los años treinta en Figueres y los años de exilio en Francia hasta construir la monumental La Matemática de la Historia, que tendrá acabada en 1946 pero que por razones diversas no podrá publicar hasta el 1951.

El estudio de la historia de los pueblos lleva a Deulofeu a afirmar que los imperios tienen una vida de 550 años, dentro de la cual, como en todo proceso biológico, se produce el nacimiento, el crecimiento, la madurez, la decadencia y la muerte. En sintonía con la concepción cíclica de la historia del británico Arnold Toynbee y con los estudios sobre la ascensión y caída de las grandes potencias de Paul Kennedy (Yale), Deulofeu insiste que toda la historia está sometida a un orden y a una dinámica previsible. Afirma que todos los imperios sin excepción experimentan un primer periodo agresivo, seguido por una etapa de depresión, con el inicio posterior de un nuevo proceso agresivo que lleva a un desastre militar, con una rápida y sorprendente recuperación hacia una fase de dominio conservador, para ensartar ya la decadencia definitiva y la desintegración.

La aplicación de esta teoría llevará a Deulofeu desde mediados de década de los años treinta del siglo pasado a hacer unas predicciones sorprendentes para la época. Menciona la desaparición de Yugoslavia, que, según dice, se deshará antes del final del siglo XX en varias repúblicas independientes. Anuncia la pérdida total de las colonias francesas y británicas, como primera señal de la decadencia de los dos imperios, hecho que en aquel momento era impensable. Y, para sorpresa de muchos, proclama que la Unión Soviética, como última expresión del antiguo imperio ruso, se desintegrará antes del año 2000. En cuanto a Alemania, cuando ya sonaban aires de guerra en 1939, Deulofeu afirma que tanto si hay guerra y Alemania la gana, como si la pierde, o como si finalmente no hay guerra, la posición de Alemania a partir de los años 1970 será la misma: será la nación que dominará Europa, tanto en el ámbito político como económico. Y esta predicción Deulofeu la mantuvo en 1945, al acabar la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania era una ruina total, tanto en el aspecto físico como social y político.

Y, está claro, hasta aquí podíamos llegar. Una buena parte de la plana mayor de la cultura catalana se pone en contra de Deulofeu. La gran figura de los historiadores del momento, Jaume Vicens Vives, carga contra La Matemática de la Historia: «Al autor le faltan conocimientos históricos, incluso superficiales; por eso cae con frecuencia en graves errores y en conclusiones disparatadas.» El escritor Josep Pla tampoco se queda corto: «El señor Alexandre Deulofeu, primario de Figueres», después del exilio en Francia, «volvió a este país hecho un brazo de mar histórico y con unas ínfulas de un patrioterismo insoportable». Tampoco la predicción sobre el rápido renacimiento de Alemania después de la guerra era aceptada por Pla. Y se preguntaba, con aquel tono irónico: «¿Alemania será a final del siglo XX la nación más poderosa de Europa? ¿Una Alemania totalmente destruida y dividida en dos partes? ¿Una parte sometida a la Unión Soviética y la otra parte bajo la influencia occidental y americana? ¿Esta será la gran nación de aquí a cuatro días? Venga Deulofeu…».

Cómo señalaba con acierto el economista e historiador Frederic Ribas, si la exposición del pensamiento de Deulofeu «se llevaba a cabo desde la trastienda de una farmacia de la calle Monturiol de Figueres, tenía que indisponer la cofradía académica del país».

Pero las predicciones no se acababan aquí. Deulofeu escribe en los años 1940 en La Matemática de la Historia que España, como último reducto del antiguo imperio español, se desintegrará completamente en 2029.

Estos ampurdaneses…

Enlace del artículo original en catalán:

https://www.diariandorra.ad/noticies/opinio/2022/07/07/alexandre_deulofeu_matematica_historia_203644_1129.html