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El futuro del Imperio americano

 

El futuro del Imperio Americano.

Los EUA deben realizar la trascendental experiencia de cambiar la evolución del mundo.

Libro: Els darrers mots. Portada.Los EUA, tal como hemos expuesto en el pequeño resumen de su historia, se encuentran en la plenitud de su primer gran proceso expansivo. Desde el punto de vista comercial, industrial y militar, en pleno proceso ascendente; desde el punto de vista de su política interna, camino de una máxima centralización, y desde el punto de vista social van hacia la desaparición de la clase media con la separación de la sociedad en dos mundos opuestos: el del proletariado y el capitalista. Es este último radica el gran peligro que se cierne sobre la gran nación americana.

Lo que ocurrirá en los EUA si continúan ignorantes de la ley matemática que rige la evolución de los pueblos.

Su situación preponderante, así como su espíritu de expansión, propio de todo organismo joven y vigoroso, le obligarán a una constante intervención en los problemas y en los conflictos mundiales. La consecuencia de esta intervención será, por una parte, el incremento de las actividades industriales, especialmente de las grandes empresas en detrimento del pequeño comercio y de la pequeña industria. Veremos la desaparición de gran parte de éstos, pasando sus dueños a la condición de proletarios en el sentido lato de la palabra. Por otra parte, el nivel de vida irá disminuyendo gradualmente. La industria de paz, que representa el incremento de este nivel, al trasformarse en industria de guerra, hace que el flujo de riqueza, que en el primer caso se extiende como lluvia de oro para todos los ciudadanos, ahora pasará a engrosar los grandes caudales de las grandes industrias. Nos encontraremos, pues, con una disminución del nivel de vida agravado por un exceso de masa obrera como consecuencia del ingreso en ésta de la gran mayoría de la clase media. El nivel envidiable del obrero americano, anterior a la guerra de Corea, que hacía que se le pudiera considerar como un hombre libre con medios económicos que le permitían disfrutar de las comodidades de la clase media, se truncará en la vida del proletario, es decir, la situación militar mermará las libertades públicas, las dificultades económicas le obligarán a renunciar a la mayoría de las comodidades de un mundo civilizado y un abismo se levantará entre los grandes potentados y un proletariado reducido a una vida restringida y miserable. Es decir, se repetirá en los EUA el panorama sombrío del proletariado romano que precedió a las guerras de Pompeyo y Sila, que dieron como consecuencia el hundimiento del imperio romano y el caos que siguió a la invasión de los cimbrios y teutones; o bien a la situación famélica del proletariado en Francia en vigilias de la revolución que llevó al fracaso militar y a los horrores de la guerra civil; o la miseria y desesperación del proletariado inglés, que precedió a la gran derrota inglesa y a la independencia americana; o bien al odio del proletariado alemán, que culminó en la revolución y el desastre durante la guerra de 1914.

En los EUA, como en todos los imperios, la lucha entre las dos clases opuestas llevará a la revolución que tomará las proporciones de la revolución francesa multiplicadas por el exceso de población americana sobre la francesa. Aquí, como en todos los imperios, la lucha terminará con la sumisión de todos a un poder que uniendo las fuerzas dispares en un solo haz, devolverá la fuerza y la pujanza al imperio bajo un poder único, cesarista y absoluto.

El imperio habrá entrado en la fase de unificación; como en los otros imperios, habrán desaparecido los Estados federados bajo un régimen absolutamente unitarista y el imperio llevará a cabo el segundo gran proceso agresivo, entrando en la fase de plenitud imperial, seguida de la fase conservadora y de la decadencia para entrar, finalmente, en la fase de desintegración y desaparición del imperio, hecho que tendrá lugar en las proximidades del año 2400.

A través de nuestra obra, hemos descubierto el mecanismo biológico que rige la evolución de las colectividades humanas. En páginas anteriores, hemos expuesto el paralelo entre el proceso individual y el colectivo y ahora tenemos que añadir que las enfermedades son al hombre lo que las grandes convulsiones internas son a los pueblos; y así como el progreso científico nos lleva camino de eliminar las enfermedades, de la misma manera el conocimiento de la ley matemática que rige la evolución de los pueblos acabará con las catástrofes internas y externas.

EUA es el único imperio del mundo contemporáneo que no ha pasado aún por una gran depresión imperial. Los imperios que le preceden inmediatamente, es decir el imperio inglés y francés, sufrieron esta crisis entre los años 1783-1800 y 1697-1793 respectivamente. ¿Qué hubiera sido del imperio francés sin la catástrofe de la revolución francesa, sin la ruina moral y material que ella representa, si hubiera podido saltar de la época del reinado de Luis XIV a la hegemonía europea de Napoleón? ¿Qué hubiera sido del imperio inglés sin la catástrofe y la ruina moral y material que culminó con la pérdida de las colonias americanas y si hubiera podido saltar del primer Pitt al segundo Pitt?

El imperio contemporáneo del imperio americano es el imperio alemán, pero éste ha pasado ya por su gran depresión y su revolución interior durante la guerra del 1914 y también por el desastre militar y la caída de Hitler. Preguntamos: ¿Qué hubiera sido de Alemania sin esas dos catástrofes y si hubiera podido pasar de la época de Bismarck con todo su poder industrial, comercial y colonial, a la posterior fase que iniciará en nuestros días?

Pues bien, el imperio americano puede salvar hoy esos dos grandes escollos por la simple razón que sabe que se tiene que producir. Sin el conocimiento de la ley de la Historia, la catástrofe es inevitable porque los pueblos desconocían su evolución, pero una vez ésta es conocida es muy fácil salvar los precipicios que le sumirán en el abismo. Los EUA ahora pueden saber donde van. En primer lugar, hacia una centralización mayor y, como consecuencia de la catástrofe que se avecina, van hacia un régimen dictatorial con un pueblo sumiso y obediente a un dictador. Si esta evolución es inevitable, ¿por qué no evitar los trastornos que conducen a ella? Si tiene que desaparecer la clase media y todos los ciudadanos tienen que tomar un color gris idéntico, ¿por qué no ir por las vías de la paz? La mentalidad americana tiene que adaptarse a la idea de esta transformación. En vez de oponerse a ella, tiene que adaptarse a todas las disposiciones estatales que favorezcan esta evolución. Los grandes capitalistas, los grandes trusts, no tienen que oponerse, todo lo contrario, a todo lo que tienda a aumentar la intervención del Estado en sus industrias. De esta manera todo lo que pierdan, como el pequeño comercio y la pequeña industria, revertirán totalmente al estado y éste podrá atender a las necesidades del creciente proletariado evitando, con la debilitación de lo grandes potentados, el odio de clases y la gran catástrofe que de otra manera sería inevitable. Imaginemos la enormidad de millones de pérdida que representan una revolución francesa multiplicada por las veces que la población americana supera a la francesa además de los métodos perfeccionados de destrucción que hoy existen. Estos millones permitirán mantener a un alto nivel de vida a este proletariado. Unificado, por otra parte, todo el poder estatal en una sola cabeza y en unas solas manos, cabe calcular el potencial grandioso que esto representaría. Quizás el ideal sustentado por tantos conquistadores de un poder universal regulando toda la población de la Tierra se encontraría en vías de realización.

Alexandre Deulofeu, Articles i altres escrits.

Els darrers mots (Artículos y otros escritos. Las últimas palabras).

Páginas 69-71. Edición póstuma del libro de junio del 2012, a cargo de los Amics de l’Albera i Cap de Creus (APNACC) (Amigos de la Albera y Cap de Creus) y Centre Excursionista Empordanès (CEE) (Centro Excursionista Ampurdanés). El texto anterior procede de un escrito inédito.